Relatos de Benjaminas

Aprender la lección. Dar afecto al potencial es cruel.

Podemos hablar con el monstruo individualista que me pasa un año de todo esto se puede sostener una sensación toda enamoradita y no sé si quieres ir al final de algún día habrá que esperar a que se sienta bien con todo amor y la amistad entre todas darle una red maravillosa en un poco de agua metálica llena de febrero y no nos vemos en un rato me hace sentir bien pero es hora de volver a Chepetown 

Perdí la crisocola y quemé el orgullo en el fuego. Bajaron las águilas al círculo y lloramos de vernos llorar. En el Sur me llega una sensación cálida. Pienso, preciosa... "Se va galopando bajo la luna, bajo el sol..." Y también, fuerza, fuerza... vos también guerreas tu danza...

De fondo, los aullidos. PP de tu voz. Hablas con entusiasmo y saña del culo de la gente. Das sentencias y no lavás los platos. Yo estoy paranoica y el estómago se me revuelve de pensar que puede haber vidrio molido en las hendijas de la cerámica. Colgás. Me voy a morir aquí, debajo de estas cobijas.

Vine por A Porqu Me quiero ir.

Pensé en él y la lágrima de la última vez que me pasa lo mismo porque el problema es que la demo en un rato me hace sentir muy tarde pero Carlos está súper bien mai lov no me colabora con la gente de donde me estoy quedando dormida nada que me pasa lo que pasa un año de la rata de la rata de metal y abre la casa de mi hermana me queda bien y es que no sabía si les habían confirmado que no me conozco

Tenía rato diciendo que le dolía todo. Yo sabía que era sobretodo el corazón. Verla sin los rastas era verla bañarse en aguas de bautizo. Dolores de parto. Nos besamos y besar es mandar el beso al cielo como un presagio estrellado. Dijo que la cabeza se le iba para adelante porque ya nada le ataba las ideas.

El señor grita y sale reventando puertas porque había una sartén sucia y una hija que dice NO. Sólo soy una invitada. Él es cinturón negro en alguna danza mortal. Tiemblo. Estábamos cogiendo en el cuarto de la hermana cuando estalló el primer golpe. Arranca la moto y huye para no matarnos. A eso le llama autocontrol. "Amor, vámonos de aquí".

Soñé. Gritabas en la calle a los paseantes que estabas huyendo de mí mientras te colgabas de mi cuello sin que pudiera moverme. Nunca entendí el miedo a que me fuera. Yo estaba ahí.