Relatos de Benjaminas

Sos una belleza pelitos finos finos en todo el cuerpo toda corazón, toda palabra rápida, toda inocencia Sos una belleza-tambor belleza-aceite de coco Albur y timidez simultánea sangre paisa y piernas de gato Sos una belleza Xatruch-a emeshi güiranla besos dormidos para combatir el frío y la incertidumbre Me enredé toda en una pura colochera y estoy que levito...

Gratitud porque mi cuerpo es una fiesta que apenas estoy descubriendo. Gratitud porque en el caos se revelan los vacíos de las formas. Gratitud porque tengo ganas de amar sin recelo, disentir con caricias, organizar la rabia. Gratitud por las cobijas, los pasillos y la olla común. Gratitud por la piel de las amigas en los labios y los labios en las miradas de los amigos. Gratitud porque el trauma acerca. Porque un código apaña. Por llorar abrazadxs. Por mandar por el tubo lo que nos hace de acero y devenir agua o cielo o nada. Gratitud por los lugares oscuros donde nos dimos cariño, y por las calles donde nos pusimos a cantar que ya no somos lxs mismxs. Ahora somos gente añeja, con lagrimales picantes y mucho, mucho que agradecer.

Me moría por besarte y la providencia de los afectos la vandalización a las 6pm estemos en el aire nuevo de nuevos tiempos en la calle de la violencia y no sé si ya tenés tu cel con vos te puedo llevar quequito de fijo me mando a decir a Magaly que nos han recordado a los sectores más vulnerables de nuestra solidaridad con el espacio en disco duro externo que no lo tengo todo de corrido que nos ayuden con quienes estamos en el proceso Nati la niñez que se está convocando es menos para el asfalto la vida

Qué hacés después de la resistencia. Alguna vez te puedo llamar para que me des instrucciones en vivo porque es vara que te capto de la vida y te aviso si me equivoqué que te puedo llevar quequito y no sé si me queda bien el número de mis compas que te guardo cariño grandote y peludo en el campus universitario a los días en el mismo lugar donde están mis mejores deseos para poder ir al final de la vara

Ahora que soy más sabia, he de escuchar la vocecita que dice que la memoria sólo me juega una mala pasada. He de sepultar los restos. Mi propio funeral. Mi propia novena. Te deseo suerte,  amor mío.