Relatos de Benjaminas

Mi útero está clausurado, pero ver a Lilith parir es una de las cosas que más mamífera me ha hecho sentir. Sus contracciones, la manera en que se lamía el líquido, el hociquito de su bebé. El olor a cobijas viejas con polvo. Eso era otra cosa. Debe ser que hay ciertos misterios que me aflojan la reticencia a mi propia humanidad.  Animalarse como una urgencia vital. En todas las ocasiones en las que mi cuerpo explusó a la humana y dejó a la hembra, sentí un alivio profundo, pero no puedo negar que también quiero expulsar toda biología de mis trascendencias y no volver a ignorar que el ser siempre quiere perseverarse en el ser.

Lilith está que revienta, a punto de parir. Yo estoy dopada. Siempre. El fin del mundo no llega pero cada vez todo está peor. Canto una canción y lloro. Dice que ya no puede regresar y algo así es el fin del mundo. Tan pequeñita estoy... Tan muerta la gente mía. --- No basta con enunciar los nombres. La resurrección será insurrecta. --- Llueve y estar sola es volver a respirar. El corazón se me hace barro y musgo y caminos de zompopas. Ana dice que ya no quiere morirse. Yo no digo mucho porque disociarse es como que me pusieran una pelota de mantequilla de maní en el hocico -como a Mr. Ed, para que parezca que está "hablando"- y yo me quedo trabada en una palabra o una imagen que no recuerdo nunca. --- Lilith está que revienta y yo quiero reventar con ella en gatuno, devenir Pantera onca,  nacer con cola y bigotitos que cargan el poder de cazar en este montazal que es tragar barbitúricos y tricíclicos.

Mira los retazos que dejamos por ahí pequeños fracasos nos trajeron hasta aquí y si los nombramos nos dejan salir, si los arropamos podremos dormir Ven criatura inquieta, corazones de jardín peina mi maleza que yo limpio tu raíz y si tropezamos podremos reír, enterrar las manos, gritar y pedir que no nos caigan más escombros del pasado que cayó. Súbete en mis hombros, ahora soy yo el caracol. Húmedos reflejos salen de mi voz mientras me despejo de mi propia decepción de-ser-i-gual-a-lo-que-no-quie-ro-en-car-nar... Atravesé el pasillo queriendo llegar al mar, se enredaron mis ropajes, no me dejaron nadar. Tapias con bejucos, pieles por tatuar el truco bucanero que me ayudará a flotar... Y estoy feliz de ver que los naufragios llegan a su fin Y estoy feliz; no fue el canto de sirenas lo que me trajo hasta aquí Y estoy feliz resbalo entre los musgos, las algas y tus ojos mirá que me despojo del traje y la escafandra para por fin, tranquilas, acostarnos a dormir

"Se ha permeado en mí una sensación mortífera oscura y sin embargo no pesada ni densa, si no más bien liviana y verdaderamente reconfortante porque es puro estado de inercia, pura pasividad. No quiero nutrirme, no me interesa, no procuro estar bien, tampoco me interesa, no me quiero limpiar ni me quiero sumir en una energía fluida de vibraciones armónicas y hermosas. Genuinamente no me interesa llegar a la luz, no siento mi esencia, intenté meditar un día de estos y me percaté: no sé si tengo esencia, no sé si creo en el alma, no me palpita nada, no significa nada la pregunta en si, no hay trascendencia y no creo en lo esencial ni en mí misma. Estoy saliendo de la gripe, comí cúrcuma, jengibre, ecchinácea, me hice tés y me hice sopa, comí polen, comí ajo y comí cacao. Mi cuerpo está matizando salir de la enfermedad, claro, pero no lo hace cual guerrera de luz atravesando las tinieblas, saneando las rupturas; no. Mi estado es el mismo. No significa nada salir de la gripe, no

Mi cuerpo tiembla. El balcón se llena de neblina. Se va la luz. No es evidente de qué lleva a qué, pero todo es parte de la misma vaina.

Fracaso podés contactar con estos tiempos de fin del sol en la casa de mi vida son mis redes de apoyo que te aviso si me quieren cambiar la realidad nos vemos siempre que sientas mal o cosas así que no sabía si contarte de la humanidad ha sido mi cuerpo en guerra contra los medicamentos o si le damos duro a todo después del sol en la cara de un montón de lecciones a mi camita.

Si nos ponemos místicxs diría que si se mueve como pato, hace como pato y se ve como un pato es probable que la misma montaña rusa que recorriste mil veces por pura idealización se comience a parecer a un pato también. Fijate querida, que todo el mundo quiere luz pero nadie quiere quemarse.  He ahí la razón de que sean más populares los bombillos que las hogueras.  Hogueras. Ajá; de hogar ... No seas cabrona. Vos también te comiste el cuento del pato entero.  Dejá la risa que se ve muy cínico de tu parte y hacé campito para que podás hacer restrospectiva como manda diosito. Por mi culpa, por mi culpa, por mi reverendísima gran culpa,  que estar bendecidx y en victoria debería ser un chiste de mal gusto y no una crónica documental; pero fijate que con esta lluvia y esta abundancia de verde en tus ojos, más hacés recordando que vos también tejiste la red en la que luego te pescaron. La vida no sólo es un ciclo. La vida también es un boomerang y si no aprendés de