De madrugá, Bufandas o De cuando creía en la responsabilidad afectiva
4:00am. Anoche a las (confirma el dato en el tiny god) 10:39pm, escribió un mensaje con el enlace a un álbum de una banda que acaba de descubrir y que hace referencia a alguno de los tantos mundos simbólicos que construyeron juntos. Para justificar su acercamiento -porque ahora para acercarse se necesitan justificaciones no demasiado afectivas; no se vaya a creer que está intentando algún tipo de artilugio-, aduce a que tenía que. Es decir que, la evocación es tan potente que no compartir la información habría sido prácticamente una desconsideración. Temprano, por la tarde, lo invitó a almorzar. No. ¿Café? Tampoco. Mucho por resolver para mañana. Estoy enfocado. Entro a trabajar temprano. Estoy tratando de estar mejor. Por mí, por vos, por nosotros. Que la mierda no sea en vano. Hace unos 3 meses, o sea, hace 3 segundos, una de sus mitologías compartidas era la bufanda de él en su cuello y la de ella en el de él. Cargar una prenda con el aroma del amante. Sustitución semi adult