Relatos de Benjaminas

Saquear juntas y sembrar tomates de acera cuando el mundo se acaba. Celebrar su vida aunque ya no le importe. Abrazar con los propios brazos para activar las neuronas espejo. Despreciar los dispositivos porque activan heridas, pero agradecer que estamos juntxs aunque sea mentira. Extrañar los perros y los conejos espaciales. Querer volver al sol y al regalo de la bicicleta. Si tan sólo Yakul... Hacer yoga en la sala y gimnasia de resiliencia. Si el internet se acaba, armar la bomba porque comienza el verdadero fin. No confiar en el futuro para procurarnos uno. Cantarle compleaños a Lucho con un queque desinflado y vino recuperado. Cantarle sola, en silencio, con mucha pena. Vernos tan mamíferas, tan peludas, tan dispersas y desesperanzadas, cuerpos deteriorándose en el encierro... pero lxs lobxs pueden morder aún con la cabeza cortada.

Cama ajena sensación ajena dolor ajeno todo ajeno Me dijo "cuerpo energético que siempre está catalizando la energía de los demás... Digamos que sos un hígado" Verdaderamente me siento hígado. Bilis, víscera. Mordiscos en los brazos y los puños, chichotas en el cráneo, dolor crónico. Cosas porosas. Membrana siempre abierta. Obvio aparece la voz y es la voz de ella. Siempre es ella de fondo, con las venas saltadas y el tono volátil. Y una catarata de reproches encima de otros que se comen a los demás como si sobrevivir fuera cosa de apetito y bañarse temprano. Si el alambre navaja fuese una persona tendría su/mi cara.

Estoy atrapada en un mundo que no conozco a nadie más por la zona de la feria en todos los parques de jengibre con almíbar el formulario es apenas una vuelta a la vara de Roxa que no me estrese a los inquietos por un montón de gente que no tiene nada que ver con las medidas sanitarias y la relación entre las chicas y yo estamos acá pero no sé si quieres ir al final de algún ensayo para que me des tu vocecita interior en Sabanilla 

El escenario es un lugar para habitar la posibilidad de la ausencia. Me llamó tu mamá para que seamos amigas y no sé qué debería responder. Supiste qué hacer de inmediato. Mi mandíbula apretada y mis ojos desorbitados no te impidieron ver lo necesario. El aburrimiento nos puede hacer egoístas o generosamente creatives. Locurar es un excelente verbo. Sueño con vos a menudo y me pone ansiosa no tener lugar donde reposar los mensajes que recibo. Hacer predictivos es hacer poesía subvertida por el mapa de las decisiones pasadas. Escribí purgando odios y me salió un trap. Lloré porque ninguna de las dos me reclamó la disociación y hay una parte en mí que no supo cómo asimilar que me aman y punto. La coronatrama me tiene sin brete y me reúso a que la virtualidad sea el nuevo mundo. Sobreviviste a la cueva del monstruo y me alegra aunque no te lo pueda contar.

Pedí en el fuego. Puse tabaco como aprendí. Aprendimos tanto. Cuántas novenas sigo rezando enterrando la idea de que ciertas promesas no las cumpliremos nunca. Recuerdo cuando te vi; ya no eras igual. Todo en tu cuerpo parecía bendito. Lloré. La noche que bajaste me dio una diarrea fatal. Mis tripas ya estaban despidiéndote pero los bichitos que me habitan nunca se terminaron de enterar. Así que al volver pedí en el tabaco. No sé si te acordás de aquella vez en que nos tiramos en la arena toda la tarde. Todavía no nos habíamos arrancado el corazón a zarpazos y teníamos ganas de hacer lo que fuera para aprender. Quiero creer que aprendimos, pero está todo bien.  Quizás el tiempo ya pasó. Puse un tabaco... x2

Mercedes Norte es precioso Tendrías que verlo Le cae sol por todas partes La casa tiene dos hamacas y una piscina vacía con hojas secas No se puede describir la luz que le pega a los potreros sin echarlo a perder Quisiera que vinieras, quizás con un paquete de galletas artesanas de naranja y una bolsa grande de alborotos Diana para tomar café y que todo esté bien

Dulcehe, mi abuela arrancada de los huetares de occidente Ofrecida en pago trucho a Cavallón y sus huestes Se vengará con las pavas y las lapas de Presbere Con los brazos de cobre y necia como el fuego de Sergio y de Jehry Camaquiri y Cocorí emboscando al conquistador en Suerre Berta Isabel Cáceres Flores y Mark Rivas les protegen Desalambrando la tierra herida Peinando montaña vienen Antonio Saldaña Miskitos y lencas y ngäbe buglé Garabito nunca muere! Juana Raymundo y Florencio Pérez Abya Yala correteando al terrateniente Por la ira de Sibö y la ira de Cuasrán! Recuperando van en Salitre, Térraba, Boruca, Iriria Sá Ká y Chiná Kichá Cuántas vidas más habrá que ofrendar Porque Finca Misa nunca dejó de ser provincia colonial Cámbiele al canal cómplice Envalentonando a matones Que aun no se enteran que Las recuperaciones no han cesado ni cesarán La resistencia indígena no ha cesado ni cesará Hasta que se haga costumbre la dignidad Lo que ocupamos es Fango '