Dejar partir

Birra china y dibujitos con cumbia de fondo y las puertas abiertas de par en par.
Chepe centro, tirando más al sur.

Dejamos los zapatos y las sombrillas en las escaleras que dan a la calle.
Yo abandono mi celular sobre la mesa del dj, dejo el bulto abierto en el compartimento del monedero y me voy a empapelar todos los demás rincones de la casa.

Hice una silueta,
una lechuza, una cusuca en bicicleta,
un colibrí/fénix y una cara hecha de bocas.

Qué buena está la música, dice Clau. Rajado, está buenísima.

De pronto estoy gozando como nunca.

Y la cabecita:
El acto de confiar tiende a quedarse enterrado entre traumas y ficciones.

No todo se trata de bailar descalza entre desconocidxs con los dedos llenos de pintura, pero por ahí quiero empezar.

Cuando me dan ganas de irme, nadie se enoja ni se resiente;
me abrazan y me dicen
gracias por venir, volvé cuando querás

Voy en el carro, toda feliz, ideando algo bonito para la próxima.

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