A los mundos que caen

Gratitud porque mi cuerpo es una fiesta que apenas estoy descubriendo.
Gratitud porque en el caos se revelan los vacíos de las formas.
Gratitud porque tengo ganas de amar sin recelo, disentir con caricias, organizar la rabia.
Gratitud por las cobijas, los pasillos y la olla común.
Gratitud por la piel de las amigas en los labios y los labios en las miradas de los amigos.
Gratitud porque el trauma acerca.
Porque un código apaña.
Por llorar abrazadxs.
Por mandar por el tubo lo que nos hace de acero y devenir agua o cielo o nada.
Gratitud por los lugares oscuros donde nos dimos cariño, y por las calles donde nos pusimos a cantar que ya no somos lxs mismxs. Ahora somos gente añeja, con lagrimales picantes y mucho, mucho que agradecer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Heyoka Disca

Tantas veces me mataron

Internación. Día 1