Marchar y hacer espacio para el crimen

 Esperé mi momento en la fila de abrazos.

Me reconociste por los ojos, que era lo único que se me veía.

Te acerqué un marcador y pudiste delinquir en paz.

Así te amo, todavía.

Con ganas de quemarlo todo juntas y de la mano.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Heyoka Disca

Tantas veces me mataron

Internación. Día 1