Vacaciones

Un corazón es un lugar
como decir el baño, 
o Coronado, 
o debajo de las cobijas.

A veces me inunda la sensación de querer desaparecer.
No con el alma taladrándome en las sienes;
más bien como desaparece la urgencia
después de que la alarma suena temprano el día libre
y una sabe que puede seguir soñando...
Disolverse en el mismo lugar de siempre.
Tomarnos las manos y dudar de qué es exactamente lo que estamos desapareciendo.
Abrazar el llanto y decir que quizás no hace falta desaparecer; 
que acá estamos 
y que no saber es el principio de preguntarse...

Afirmar 'yo quiero estar aquí' hasta que 'aquí' se disuelva en los rituales que se nos vengan en gana.
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Mientras caminábamos por la montaña
se nos bifurcó el camino
y nos separamos
pero cada quien seguía latiendo en el resto del paisaje.

- ¿Cómo era tu camino?

Otro. Mío. Sólo estaba yo y el mundo. No estabas vos y eso era muy lindo.
En las ausencias habita la posibilidad
y quererte en la posibilidad es muy hermoso.

Los lugares ubican, colocan, relacionan.
Los caminos conectan lugares en los que el tránsito es más importante que sacarse la mochila y no salir de casa nunca más.

Y desaparecemos cosas al desempacar, como los papelitos de los vauchers, la desconfianza y las cáscaras de mandarina que quedan en el fondo del bulto.


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