A la memoria histórica de mi país

Cuando éramos más jóvenes, nos citamos un par de veces en su casa para coger cuando no estaban sus papás.
Nunca lo logramos porque nunca se le paró, pero me lo tomaba por cumplido (el pobre sudaba de los nervios), nos poníamos la ropa y veíamos una peli tomando Pilsen.

Fuimos juntos al chivo de Ska-P y volamos patadas en el mosh. 
Me juntó cuando me caí y al final fuimos por unas Pilsen.

Hoy en la misa, a cada rato decía el cura que Osquitar había esperado en JC la gloria eternaNo sé cómo se quedó quietito sin hacer un alboroto. Seguro se estaba burlando de nosotros por tenernos que aguantar la risa.

No sabemos cómo lo hizo, pero hace dos días se las ingenió para terminar incrustado en el monumento a las garantías sociales.

Tenía 33, el muy titán.

Si lo planeaba, no le salía.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Heyoka Disca

Tantas veces me mataron

Internación. Día 1