Té con lagrimitas
Estaba corriendo para acomodar cosas de la función cuando sonó el teléfono:
-¿Dónde estás?
-¿Estás bien?
-No.
Fuimos llegando una a una a abrazarla
ayudarla a desanudar el llanto
la madeja de ira
el dolor injusto
No, imbécil
No la vas a llamar
No le vas a pedir nada
No vas a acercarte a la manada nunca más
Y alistamos la lavanda
la ralladura de limón
la cúrcuma
Hervimos la tetera
Y pienso, ¿cuántas veces nos hemos rescatado ya?
No me cabe la memoria
Milenios
Se me viene la imagen de mi madre y su soledad,
su cargarlo todo sola, su escucharlas a todas a cualquier hora y en cualquier lugar
Y mi abuela, con sus dolores de niña-madre encontrando refugio en alguna vecina, alguna prima
Pienso en la mamá de Jas admitiendo que nunca quiso tener hijos con la confidencia de quien sabe que no la juzgará
En Xime escuchando cada duda, cada recoveco cuando mi confusión se apilaba sobre su llegada
y pienso en que a mí me salvaron otras,
tantas
con estas tardes de abrazar, fumar tabacos y echarle uchuvas al agua caliente
-No estoy sola- rezo
y lo repito unas veces más para no olvidarlo
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