Moro

Saquear juntas y sembrar tomates de acera cuando el mundo se acaba.
Celebrar su vida aunque ya no le importe.
Abrazar con los propios brazos para activar las neuronas espejo.
Despreciar los dispositivos porque activan heridas, pero agradecer que estamos juntxs aunque sea mentira.
Extrañar los perros y los conejos espaciales.
Querer volver al sol y al regalo de la bicicleta.
Si tan sólo Yakul...
Hacer yoga en la sala y gimnasia de resiliencia.
Si el internet se acaba, armar la bomba porque comienza el verdadero fin.
No confiar en el futuro para procurarnos uno.
Cantarle compleaños a Lucho con un queque desinflado y vino recuperado.
Cantarle sola, en silencio, con mucha pena.
Vernos tan mamíferas, tan peludas, tan dispersas y desesperanzadas, cuerpos deteriorándose en el encierro... pero lxs lobxs pueden morder aún con la cabeza cortada.

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